El proceso de elaboración en LA FEM comienza almacenando las maltas en la Cámara, controlando su temperatura y humedad, para garantizar la máxima frescura y optimizar las propiedades de este producto vital en la elaboración de la cerveza.
En la Cámara, uno de los rincones más visitados de LA FEM, almacenamos más de 20 tipos de malta diferentes (bases, caramelizadas, tostadas y otras especiales). Por este motivo, es tan importante encontrar unos cimientos adecuados, robustos a la vez que flexibles, para empezar a crear “una casa” donde el Saccharomyces pueda sentirse a gusto y trabajar “¡a tope!”.
Por otra parte, en la zona del Molino es donde seleccionamos y pesamos las diferentes maltas para elaborar cada receta, cada tipo de cerveza, para después moldearlas.
En este proceso abrimos cada uno de los granos de la malta para extraer todo el potencial que guarda en forma de aromas, sabores y texturas.
Con este proceso, ayudamos a trabajar en las enzimas en la degradación de los almidones para convertirlos en azúcar, que será el alimento que utilizará la levadura una vez esté instalado en “vuestra casa”.