Obrador

¡Bienvenidos al corazón de La Fem!

Nuestro proyecto no se entiende sin este espacio, el obrador, donde todos los elementos se alinean para dar lugar a lo que nos motiva, nos gusta y casi "venderemos": la cerveza.

Nos gusta pensar que durante la elaboración, lo que hacemos es crear una casa adecuada para que la levadura (saccharomyces cerevisiae) pueda realizar su magia.

La Cámara de las Maltas y el Molino

El proceso de elaboración en LA FEM comienza almacenando las maltas en la Cámara, controlando su temperatura y humedad, para garantizar la máxima frescura y optimizar las propiedades de este producto vital en la elaboración de la cerveza.

En la Cámara, uno de los rincones más visitados de LA FEM, almacenamos más de 20 tipos de malta diferentes (bases, caramelizadas, tostadas y otras especiales). Por este motivo, es tan importante encontrar unos cimientos adecuados, robustos a la vez que flexibles, para empezar a crear “una casa” donde el Saccharomyces pueda sentirse a gusto y trabajar “¡a tope!”.

Por otra parte, en la zona del Molino es donde seleccionamos y pesamos las diferentes maltas para elaborar cada receta, cada tipo de cerveza, para después moldearlas.

En este proceso abrimos cada uno de los granos de la malta para extraer todo el potencial que guarda en forma de aromas, sabores y texturas.

Con este proceso, ayudamos a trabajar en las enzimas en la degradación de los almidones para convertirlos en azúcar, que será el alimento que utilizará la levadura una vez esté instalado en “vuestra casa”.

La "Brewhouse" y los Fermentadores

En la “Brewhouse” comienza el proceso propiamente dicho de elaboración. En esta sala ponemos a remojo la malta molturada (es como el jacuzzi de la malta), infusionándola para llenar la despensa de la casa de Saccharo con azúcares, que será el alimento que le permitirá trabajar. En este punto añadimos el lúpulo, que con su acción bacteriostática, le protegerá de las inclemencias exteriores (bacterias), formando las paredes y el techo de la casa de la levadura. Al final de este proceso lo marcamos con el abatimiento de la temperatura, a fin de mantener la temperatura baja.

Una vez tenemos la casa levantada, estamos preparados para darle las llaves a Mr. Saccharo para que se instale y empiece a hacer su magia: convirtiendo el mosto en cerveza. Antes, sin embargo, llevamos todo el equipo de limpieza para darle el mejor recibimiento a su nueva casa, puesto que Mr. Saccharo es muy exigente y necesita que todo esté limpio y aseado para trabajar. Por eso, los tanques fermentadores están impolutos antes de realizar el traspaso. Si hemos dado todos los pasos anteriores correctamente, Mr. Saccharo estará tan contento que hará una fiesta (que puede durar hasta dos semanas) en la que realizará la parte más pesada de su trabajo: la fermentación.

 

La Cámara de Maduración y la Cámara de Servicio

 

Finalizada la fiesta, la “resaca” la pasa en esta sala, la Cámara de Maduración. Una sala apartada, tranquila, donde controlamos la temperatura y donde Mr. Saccharo puede afrontar las penurias de “tanta marcha”. Dependiendo de lo pesada que haya sido la fiesta, “la resaca” puede durar desde un mes hasta años. Para que pueda sobrevivir, le damos algo de alimento, que permitirá que siga trabajando hasta que la cerveza esté en su punto óptimo y pueda consumirse. Pero la “resaca” es de esas que van directas a la barriga, y al pobre Saccharo le crean gases. Estos gases serán el CO2 que nos encontramos en la cerveza cuando nos la tomamos.

Una vez la cerveza está lista, Mr. Saccharo ya ha realizado su trabajo. Así que lo ponemos a dormir bajando la temperatura, no sea que le volvieran a entrar ganas de fiesta y nos estropeara la cerveza. Es por eso que en esta sala, ¡mejor entrar abrigados!
Aquí, aumentando la presión, conseguimos llevar la cerveza hasta los grifos, donde nuestros clientes pueden apreciar el trabajo realizado por Mr. ¡Saccharo, así como su magia!